El pasado domingo 7 de febrero tuvo lugar la bendición, por parte de Mosén Josep Maria Escorihuela, de la nueva custodia u ostensorio, que una generosa donante ha regalado a la parroquia de Torrefarrera.
La custodia nació del deseo de los fieles de ver la Hostia consagrada que tuvo origen en la Edad Media como reacción ante los errores en materia eucarística de Berengario de Tours; éste negaba, entre otras cosas, la presencia real de Cristo en la Eucaristía con lo que dio lugar, primeramente al desarrollo de la Teología eucarística y de las declaraciones del Magisterio acerca del dogma de la presencia real y, junto a esto y como consecuencia de ello, a un notable incremento de la devoción popular a la Eucaristía. Los fieles necesitaban ver la hostia para adorarla. De entonces data la costumbre de elevar la hostia y el cáliz tras la consagración.
Aprovechemos la solemnidad de la semana santa que se aproxima, para adorar de forma especial y renovada el nucleo central de nuestra fe, el cuerpo de Dios hecho hombre para salvar a la humanidad.
Eugenio Kiskeri
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