En plena fiesta mayor de Torrefarrera, hemos celebrado la festividad litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz.
El año 320 la emperatriz Elena de Constantinopla encontró la Vera Cruz, la cruz donde murió Nuestro Señor Jesucristo. La emperatriz y su hijo Constantino construyeron en el lugar del descubrimiento la Basílica del Santo Sepulcro donde guardaron la reliquia.
Años después,el rey de Persia, en el año 614, invadió y conquisto Jerusalén y se llevo la cruz situándola a los pies de su trono como signo de menosprecio al cristianismo. Pero en el año 628 el emperador Heraclio consiguió recuperar cruz, llevándola de nuevo a Jerusalén el 14 de septiembre de este mismo año.
Desde entonces,este día,quedo señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Santa Cruz.
La Cruz es fruto de la libertad y el amor de Cristo. No era necesaria, pero Cristo la acepto para mostrar su amor y su solidaridad con el dolor humano. Para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor.
Carta de San Pablo a Filipenses (2,6-11)
Eugenio Kiskeri
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